Un día el señor Richard Fleishmann fue a Las Vegas, Nevada y allí fue donde empezó a jugar juegos de azar. Dos días después se dio cuenta de que casi no tenía más dinero. Estaba pensando en qué podía hacer para jugar una vez más. En ese momento tuvo la idea (se le ocurrió) de ir a una casa de empeño. “Si voy y cambio unas cosas por dinero, cuando gano mucho puedo regresar por ellas.” Así que, le dieron 200 dólares por la joyería que tenia con él. Durante su día en el casino, empezó a ver sus 200 dólares acabarse poco a poco. Estaba desesperado porque no tenía más para jugar. ¡Qué iba hacer cuando llegaba a su casa con su familia! Lo vio un señor por la distancia, el doctor Caín. En realidad, no era doctor como la definición típica. Le llamaban el doctor porque podía arreglar cualquier problema. El doctor le dijo que podía ver que estaba en una situación muy grave. Le explico Fleishmann que gasto todo su dinero y no tenía nada para regresar a casa. Caín le dijo que le podía darle un préstamo para el boleto pero le tendría que pagar cuando llegara a casa. Caín le dio 2000 dólares y cuando Fleishmann regreso, tenia 600 que le faltaban y era ya adicto a los juegos de azar y se gasto lo demás. Caín se comunico con el de nuevo y cuando Fleishmann contesto, le rogo que con otro préstamo ganaría todo que le debía, y si no, podía tener su primer hijo. Entonces perdió de nuevo y nos encontramos en la situación con el narrador después cuando se fue de casa.
Que se mueran los feos (2010)
Hace 13 años
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