viernes, 5 de noviembre de 2010

Bruno Amadio de Sevilla a un punto de su carrera empezó hacer obras de niños llorando. Todo esto sucedió supuestamente después de su pacto con el Diablo. De una pintura, el niño, que vivía en el orfanato, se murió adentro del edificio cuando se incendio. Es dicho que el espíritu del niño se ha quedado en el cuadro y la popularidad de la obra subió.


El fenómeno que vino de esta obra fue en los años 50 cuando casas se estaban encendiendo mucho, y todo se encontraba quemada menos la reproducción de la obra. Investigaciones no encontraron explicación pero en ver la obra muchos sienten el ambiente muy raro por la mirada de los niños.

La leyenda dice que cuando alguien descubre que el cuadro no es solo eso, oyen llorar a el niño hasta que sale de el cuadro y le mata. Para cubrir su crimen encienda la casa y no hay evidencia de nada más.

Yo creo en fenómenos similares y también en el poder que tiene un espíritu. Porque Amadio hizo un pacto con el diablo, nunca sabremos si pósese algún poder de otro mundo. Yo no juzgo lo que otra personas dicen y les doy crédito a lo que ellos sienten y que le han pasado. En este mundo, no pienso que somos los únicos y cuando nos morimos no se acaba nuestra existencia, así que lo que pasa no es el fin.

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