Se trata de una mujer anciana que vivía en el pueblo de la abuela del autor. Esta anciana trabajaba haciendo recados/mandados para la gente de su pueblo. Al hacer sus encargos ella salía todos los días de su pueblo al pueblo siguiente a pie por el monte. El escritor la recuerda como una anciana que vestía de luto y su pelo blanco lo llevaba recogido en un moño.
El describe sus pensamientos sobre su infancia y como pensaba que la vida iba ser en el futuro. Una vida de aventura y emocionante, de amores y viajes. Luego admite que en la realidad era un engaño y que su vida no está llena de viajes, amores y aventura sino está llena de otras actividades. El dice que ser adulto hoy no es como era ser adulto antes.
Comenta que le gustaría vivir como la anciana que vivía en pequeño pueblo de su abuela. Ella vivía de una manera sencilla llena de mucha vida, sin alarmas u otras cosas que la interrumpieran. Lo cómico de todo es que una amiga del escritor que creció en un pueblo pequeño pensaba que su vida no era real. En su mente, la vida real es una llena de actividades como las que él vive todos los días en su ciudad.
Que se mueran los feos (2010)
Hace 13 años
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